Durante la oleadas de protestas en Venezuela en el 2017, quise como periodista encontrar una manera diferente de comunicar lo que estaba pasando en mi país, que no fuera tan violenta y que permitiera entender a las personas fuera de Venezuela quienes podían ser o cómo eran esos jóvenes que estaban saliendo todos los días a protestar y se habían convertido, de alguna forma, en el nuevo frente de batalla.

Decidí hacer retratos a “La Resistencia”, quienes nacieron por la necesidad de una defensa colectiva ante un régimen represor e ineficiente ante las carencias de un pueblo y estaba conformada en su mayoría por menores de edad o veinteañeros, según ellos sin posición política- no saben los que es ser de izquierda o de derecha- pero que deseaban conocer qué hay más allá́ de la realidad de Venezuela, que es la que ellos llevaban toda su vida conociendo.

Para algunos fueron héroes para otros no tanto, lo cierto es que ellos estaban ahí para defender una protesta cívica de la represión desmedida de un Gobierno que no quiere oír.